Un
enorme meteorito, del tamaño de un auto pequeño, se ha estrellado
en la superficie lunar, marcando un nuevo récord de impacto. El
choque produjo un destello tan brillante como el de la Estrella
Polar, siendo visible desde la Tierra para las personas afortunadas
que se encontraban mirando el cielo en aquel instante.
Un equipo de astrónomos españoles, liderado por el Prof. José María Madiedo, de la Universidad de Huelva, observó el impacto el pasado 11 de septiembre mediante los telescopios del Proyecto MIDAS (acrónimo en inglés de Sistema de Detección y Análisis de Impactos en la Luna). Sus observaciones han sido publicadas este lunes en la revista científica Monthly Notice of the Royal Astronomical Society.
Los investigadores calculan que el meteorito medía entre .6m y 1.4m, pesaba cerca de 400kg y viajaba a una velocidad de 61,000km/h. Golpeó la Luna con una energía equivalente a la detonación de 15 toneladas de TNT, por lo que ha dejado un cráter de aproximadamente 40m de diámetro en la zona conocida como 'Mare Nubium' (Mar de las Nubes), una antigua cuenca de lava solidificada con una extensión similar a la de la Península Ibérica.
Debido a la gran velocidad a la que ocurren estos impactos, las rocas se funden y evaporan de forma instantánea, lo que provoca un brillo termal que puede ser detectado desde la tierra mediante telescopios. Normalmente, este destello dura fracciones de segundo, pero el meteorito en cuestión ocasionó el resplandor más largo e intenso jamás observado.
Al estudiar los impactos en la Luna, los astrónomos aprenden acerca de objetos similares que podrían golpear al planeta. Concluyen que la probabilidad de que una roca de tamaño similar caiga sobre la Tierra es 10 veces más alta de lo que se pensaba. Afortunadamente, a diferencia de la Luna, contamos con una atmósfera que nos protege de los meteoros.
Un equipo de astrónomos españoles, liderado por el Prof. José María Madiedo, de la Universidad de Huelva, observó el impacto el pasado 11 de septiembre mediante los telescopios del Proyecto MIDAS (acrónimo en inglés de Sistema de Detección y Análisis de Impactos en la Luna). Sus observaciones han sido publicadas este lunes en la revista científica Monthly Notice of the Royal Astronomical Society.
Los investigadores calculan que el meteorito medía entre .6m y 1.4m, pesaba cerca de 400kg y viajaba a una velocidad de 61,000km/h. Golpeó la Luna con una energía equivalente a la detonación de 15 toneladas de TNT, por lo que ha dejado un cráter de aproximadamente 40m de diámetro en la zona conocida como 'Mare Nubium' (Mar de las Nubes), una antigua cuenca de lava solidificada con una extensión similar a la de la Península Ibérica.
Debido a la gran velocidad a la que ocurren estos impactos, las rocas se funden y evaporan de forma instantánea, lo que provoca un brillo termal que puede ser detectado desde la tierra mediante telescopios. Normalmente, este destello dura fracciones de segundo, pero el meteorito en cuestión ocasionó el resplandor más largo e intenso jamás observado.
Al estudiar los impactos en la Luna, los astrónomos aprenden acerca de objetos similares que podrían golpear al planeta. Concluyen que la probabilidad de que una roca de tamaño similar caiga sobre la Tierra es 10 veces más alta de lo que se pensaba. Afortunadamente, a diferencia de la Luna, contamos con una atmósfera que nos protege de los meteoros.
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