domingo, 28 de junio de 2015
Friedrich Nietzsche: El crepúsculo de los ídolos; El problema de Sócrates; Aforismo XI
He dado a entender con qué fascinaba Sócrates: parecía ser un médico, un salvador. ¿Es necesario mostrar además el error que había en su fe en la <<racionalidad a cualquier precio>>? Es un autoengaño por parte de los filósofos y los moralistas salir de la décadence con el sencillo expediente de hacerle la guerra. Salir de ella excede a sus fuerzas: lo que eligen como recurso, como salvación, no es a su vez sino expresión de la décadence; modifican su expresión, pero no la eliminan. Sócrates fue un mal entendido; toda la moral de la mejora, también la cristiana, fue un mal entendido....La más cegadora luz diurna, la racionalidad a cualquier precio, la vida lúcida, fría, precavida, consciente, sin instinto, en resistencia contra los instintos, no era ella misma más que una enfermedad, una enfermedad distinta, y de ningún modo un regreso a la <<virtud>>, a la <<salud>>, a la felicidad... Tener que combatir los instintos, ésta es la fórmula de la décadence: mientras la vida sube, felicidad es lo mismo que instinto.
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