domingo, 31 de mayo de 2015

Friedrich Nietzsche: El problema de Sócrates; Aforismo V



Con Sócrates el gusto griego da un vuelco a favor de la dialéctica: ¿qué sucede ahí en realidad? Con ello, sobre todo, es vencido un gusto noble; con la dialéctica sale ganando la plebe. Antes de Sócrates en la buena sociedad se rechazaban las maneras dialécticas: se les consideraba malas maneras, ponían en ridículo. Se advertía a la juventud en contra de ellas. También se desconfiaba de tal forma de presentar las propias razones. Las cosas honorables, al igual que las personas honorables, no llevan sus razones en la mano, así sin más. Es poco decoroso enseñar los cinco dedos. Lo que tiene que empezar dejándose demostrar es poco valioso. Dondequiera que la autoridad siga formando parte de la buena educación, donde no se <<fundamenta>>, sino que se manda, el dialectico es una especie de bufón: mueve a risa, no se le toma en serio. Sócrates era el bufón que hizo que se le tomase en serio: ¿qué sucedió ahí en realidad?

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