domingo, 31 de mayo de 2015

Friedrich Nietzsche: El problema de Sócrates; Aforismo V



Con Sócrates el gusto griego da un vuelco a favor de la dialéctica: ¿qué sucede ahí en realidad? Con ello, sobre todo, es vencido un gusto noble; con la dialéctica sale ganando la plebe. Antes de Sócrates en la buena sociedad se rechazaban las maneras dialécticas: se les consideraba malas maneras, ponían en ridículo. Se advertía a la juventud en contra de ellas. También se desconfiaba de tal forma de presentar las propias razones. Las cosas honorables, al igual que las personas honorables, no llevan sus razones en la mano, así sin más. Es poco decoroso enseñar los cinco dedos. Lo que tiene que empezar dejándose demostrar es poco valioso. Dondequiera que la autoridad siga formando parte de la buena educación, donde no se <<fundamenta>>, sino que se manda, el dialectico es una especie de bufón: mueve a risa, no se le toma en serio. Sócrates era el bufón que hizo que se le tomase en serio: ¿qué sucedió ahí en realidad?

sábado, 23 de mayo de 2015

Friedrich Nietzsche: El problema de Sócrates; Aforismo IV




A décadence en Sócrates remite no sólo el confesado desorden y anarquía en los instintos: a ella remite también precisamente la superfetación de lo lógico y aquella maldad de raquítico que lo distingue. No olvidemos tampoco aquellas alucinaciones auditivas que, como <<genio de Sócrates>>, han sido interpretadas a lo religioso. Todo es en él exagerado, buffo, caricatura, todo es al mismo tiempo escondido, con segundas, subterráneo. Trato de comprender de qué idiosincrasia procede aquella equiparación socrática de razón= virtud= felicidad, que es la más extraña de las equiparaciones y tiene en su contra especialmente todos los instintos del heleno antiguo.